¿Lo mejor de este club?
Lo mejor del ADC Boadilla es que es una familia. Al final los compañeros dejan de ser compañeros y empiezan a ser amigos. Incluso los canteranos en los partidos importantes de la liga regular vienen a apoyarnos, y eso al final se nota y se agradece, porque así solemos rendir mejor.
¿Qué tal tu evolución en estos cinco años que llevas en el ADC?
Cada vez me voy adaptando más al equipo. Al principio no había jugado mucho al baloncesto y me tenía que hacer a ello. Luego he ido subiendo y confiando más en mí, y al final hemos conseguido buenos resultados.
Cuando empecé era directamente jugar cinco minutos y hacer cinco faltas. Pero me fui adaptando al ritmo de juego, a defender bien… Y luego ya he ido mejorando en el apartado ofensivo. A nivel físico también he notado mejoría. Este año hemos empezado a ir más al gimnasio y a hacer planificación, y eso se nota.
¿Cómo ha sido tu temporada con el sub 22 y el nacional?
En el sub 22 era el “líder” y tenía que asumirlo. La sorpresa ha sido más el nacional, porque no me lo esperaba, pero ha sido una experiencia bonita. Estoy orgulloso y esperemos que siga así la temporada que viene.
¿Cómo es el trabajo de los entrenadores en el club?
Hay entrenadores que les gusta entrenar, lo disfrutan, y más que entrenadores se convierten en amigos.
¿Un consejo para los canteranos?
Recomendaría dar todo en los entrenamientos y con eso al final vendrán las mejoras y se plasmará en los partidos.